Novedades para 2026

Connie Eastman

12/30/20252 min read

Una aliada silenciosa que llegó para quedarse

Indudablemente, los avances en la tecnología siguen impactando en la tarea diaria de todos en las oficinas. Nadie ha quedado afuera de esta aliada silenciosa y en el caso de las secretarias y asistentes su impacto ya es visible: menos tareas repetitivas, más foco en lo estratégico y una nueva forma de organizar el tiempo.

Lejos de reemplazar el rol de las asistentes, la tecnología está potenciando habilidades que siempre fueron clave en la profesión: organización, criterio, comunicación y capacidad de anticipación.

Hoy, muchas asistentes están usando herramientas de IA —a veces sin siquiera llamarlas así— para:

  • Redactar y mejorar correos: desde mensajes delicados hasta recordatorios claros y profesionales.

  • Resumir reuniones y organizar puntos clave a partir de audios o textos extensos.

  • Preparar agendas y cronogramas, priorizando tareas y detectando solapamientos.

  • Traducir y adaptar textos en segundos, manteniendo el tono corporativo.

  • Generar borradores de informes, presentaciones o comunicaciones internas.

Esto no solo ahorra tiempo: reduce el desgaste mental y libera energía para tareas de mayor valor agregado.

Herramientas más usadas hoy

Entre las más utilizadas por asistentes ejecutivas se destacan:

  • ChatGPT: para redacción, corrección de textos, ideas, resúmenes y apoyo general.

  • Microsoft Copilot: integrado en Outlook, Word y Excel, muy útil para el entorno corporativo.

  • Google Workspace con IA: especialmente para correos, documentos compartidos y agendas.

  • Grammarly: para mejorar estilo y corrección en inglés.

  • Herramientas de transcripción automática de reuniones, cada vez más precisas.

La clave no es usarlas todas, sino elegir las que realmente simplifican el trabajo diario.

Lo que viene hacia 2026

Todo indica que, de aquí a 2026, la IA será aún más integrada y personalizada. Algunas tendencias claras:

  • Asistentes digitales que aprenden el estilo de trabajo del ejecutivo y de su asistente.

  • Automatización avanzada de agendas, viajes y seguimiento de pendientes.

  • Mayor integración entre correo, calendario, documentos y CRM.

  • Más demanda de asistentes que sepan dar buenas instrucciones a la IA (prompting básico).

En este escenario, el valor diferencial no estará en “saber usar IA”, sino en saber cuándo usarla, cómo supervisarla y cómo aportar criterio humano.

El rol humano sigue siendo irremplazable

La IA no reemplaza la empatía, la confidencialidad, el olfato organizacional ni la lectura fina de las personas. Al contrario: cuanto más automatizadas estén las tareas operativas, más se valorarán las habilidades humanas que siempre distinguieron a las buenas asistentes.

La invitación es clara: perderle el miedo, animarse a probar y capacitarse de forma gradual. La IA no vino a quitar trabajo, sino a cambiar la manera de hacerlo y esto es para mejor.