Cuando era secretaria, me preguntaba
¿por qué todos tienen tarjetas, y las
secretarias no? En muchas empresas,
estaba a cargo de encargar las tarjetas
para mis jefes y era todo un
procedimiento que ahora, pienso, se debe
haber simplificado. Toda secretaria que
se respete, debe tener su propia tarjeta
de presentación. Las secretarias son
expertas en guardar, registrar y
archivar las tarjetas que recibe su jefe
pero, cuando ella se relaciona con sus
pares ¿les da su tarjeta?.
Si
bien el internet ha ayudado muchísimo al
armado de redes de contacto, es
indudable que una tarjeta comercial o
con los datos personales, entregada en
el momento indicado, puede ser una
herramienta más para que la otra persona
te recuerde. Si se la entregas a una
colega, puedes estar segura de que ha
ido a buen puerto y que no solamente te
recordará, sino que cuando la llames le
podrás decir "¿no me recuerdas?, soy la
que te entregó la tarjeta en ...!". Si
es una buena secretaria, te ingresará en
su base de contactos y será alguien más
a quien recurrir con alguna duda o algún
pedido. También, en reuniones con
proveedores y clientes, no es una mala
idea intercambiar tarjetas para
recordarlos y que te recuerden en el
futuro. Las tarjetas que guardes en tu
archivo personal, tal vez te sean de
utilidad en algún momento.
Habrás notado que los ejecutivos pocas
veces escriben los datos de la gente que
conocen. Intercambian tarjetas, que
luego se colocan en los tarjeteros o se
escanean para mejor control y el
procedimiento es a prueba de tontos. En
cambio nosotras, las mujeres ejecutivas
(como lo somos todas), realizamos como
siete pasos para registrar los datos que
nos interesan:
1.
Abro la cartera
2. Saco la agenda
3, Busco la lapicera
4. Busco en el índice telefónico
5. Escribo el nombre y apellido
6. ... el teléfono
7. .... el correo electrónico
además, de dar todos mis datos a la otra
persona para que los anote.
Tal
vez, en vez de una agenda uso mi celular
o mi agenda electrónica, pero
igualmente debo escribir los datos y es
muy fácil extraviar los aparatos.
Ah, me olvidaba de otra cosa. Solamente
las mujeres se ocupan de "pasar la
agenda" y siempre quedan amigas y
conocidos en el camino porque luego de
la letra C, muchas veces abandonan la
tarea.
Si
trabajamos en una empresa, el ideal es
tener la tarjeta de la empresa. En
algunas, hay que seguir todo un
procedimiento para solicitarlas, pero en
otras se pueden solicitar sin problema.
En el caso en que la empresa no ofrezca
tarjetas a sus secretarias, ellas
deberían solicitarlas. Tal vez no se
les había ocurrido. Si les dicen que "no
es política de la empresa, etc., etc.,
etc.,", las pueden hacer por su cuenta,
omitiendo el nombre de la empresa ya que
"no es política de la empresa, etc.,
etc., etc.".
Contar con tu propio fichero personal de
tarjetas por orden de llegada o
alfabético, es una gran idea. Guardo
las mías en un tarjetero negro de
acrílico, separado en orden alfabético,
donde pongo todas las tarjetas que
recibo por empresa. Mi secretaria tiene
un álbum chiquito donde las archiva por
orden de llegada. Mi amiga las escanea
y las guarda en la computadora. Todo es
mejor que el viejo sistema de lápiz y
papel. Y vos, ¿qué sistema utilizás? |