Buenos Aires, julio 2022
Para comenzar, debes saber que el sueldo no depende de lo eficiente, ejecutiva, proactiva, organizada, elegante, ordenada, detallista, multifacética, tecnificada, capacitada, competente, etc. que seas. Depende casi exclusivamente del tipo de empresa en la que trabajas, sus políticas de sueldo, el poder de un jefe para “pelear” por el sueldo de su asistente, etc. Una empresa multinacional no siempre paga los mejores sueldos del mercado. Hay empresas que se consideran “escuelitas”, y en estas hay mucha rotación. Los empleados no logran nunca aumentos significativos hasta que deciden cambiar de empresa y generalmente no les resulta difícil ya que su paso por esas empresas te hacen una buena candidata para otra empresa. Otras multinacionales lideran el mercado con sus buenas remuneraciones y beneficios. Generalmente las exigencias de ingreso son altas y si bien la disponibilidad 24/7 es la regla. El rango salarial de las secretarias sin idiomas en este momento (julio 2022), van desde los $ 40 a 50 mil (sueldo mínimo) hasta los $ 100/150.000 aproximadamente por horarios completos de trabajo. Las secretarias con nivel de inglés intermedio, pueden aspirar a un sueldo inicial de $ 50.000 y un tope de $ 150 o $ 200 mil aproximadamente. Las secretarias totalmente bilingües con dos o tres años de experiencia están ganando un sueldo que varía entre los $ 200 a $ 250 mil en adelante y pueden llegar a ganar hasta $ 300 mil o más, dependiendo de la empresa y las funciones que desarrollan. La media está entre los $ 180 a $ 250 mil pesos para una secretaria con 6 o más años de experiencia. Estamos hablando siempre de sueldos brutos. Estos datos son meramente orientativos y se refieren a puestos "full-time". Lo único cierto es que, en general, la secretaria tiene que cambiar de trabajo para mejorar considerablemente su sueldo. En las empresas los aumentos son escasos y hay que esperar mucho tiempo para lograrlos. Pienso que nada ha cambiado y recuerdo lo que aprendí a los 24 años. Yo era una secretaria joven y muy acelerada y trabajaba en la empresa Philips Petroleum (una de las mejores en las que trabajé). Si bien me encantaba mi puesto, había decidido renunciar y fui a decírselo a mi jefe, que se sorprendió y me preguntó “¿Por qué vas a renunciar?”. Le dije que era porque no me había aumentado el sueldo desde que había entrado a trabajar hacía un año. Él me preguntó: “¿y vos me pediste aumento alguna vez?”. Le dije que no, que yo pensaba que él se daría cuenta de que yo era una excelente secretaria, responsable, resolutiva, proactiva y que me iba a aumentar el sueldo sin que se lo pidiese. Me dijo que no, que no era así. El esperaba que yo fuese la que tomase la iniciativa y como no lo hacía, suponía que estaba conforme con mi sueldo… ¿Qué tal? Ahí aproveché y le dije que quería un aumento y que pensaba que un sueldo de tanto estaría bien para mí. Estuvo de acuerdo y seguí trabajando ahí muy contenta durante varios años. Cuando me parecía que era el momento, le pedía aumento y así seguimos. Aprendí una lección…. Después de un tiempo me dí cuenta de que no tenía ni idea lo que era la negociación y comencé a interiorizarme. Recomiendo hacer algún curso de negociación ya que es una técnica sencilla y muy efectiva. Hay muchos disponibles online y es algo que nos cuesta mucho a las mujeres. Hayas hecho o no el curso de negociación, que te sería de gran ayuda, recomiendo hables con tu jefe cada seis meses sobre el tema del desempeño y la satisfacción en el trabajo – para ambas partes -. ¿Está el jefe contento con mi manera de trabajar? ¿Puedo sugerir algo que como equipo podríamos mejorar para que las cosas salgan mejor? ¿Tiene alguna sugerencia para que sea más eficiente? … y a partir de ahí aprovecha para hablar sobre el tema del sueldo, sobre la inflación, sobre la distorsión de los sueldos de las secretarias (tus amigas están ganando más en tal y tal empresa…). Si te pregunta “¿cuánto quieres ganar”, es importante tener la respuesta preparada. Antes de la reunión, prepara tu respuesta y recuerda referirte al sueldo bruto o al sueldo neto. Si no logras el aumento, también puedes pensar en negociar algún otro tema que te interese. De todas maneras, si el aumento no está en vista, tal vez es el momento para pensar en un cambio. Un dato para tener en cuenta: es más fácil conseguir trabajo estando trabajando, que estando disponible. Se recomienda nunca dejar un puesto efectivo por un trabajo por contrato o a prueba. El riesgo no lo justifica. ¡Espero te haya parecido útil esta información! Connie Eastman
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